La UMAE Hospital de Traumatología y Ortopedia “Dr. Victorio de la Fuente Narváez” es pionero a nivel nacional en esta técnica, que permite el salvamiento de extremidades severamente lesionadas.
• Este procedimiento, empleado a nivel mundial, consiste en utilizar una esponja que ayuda a que granulen los tejidos, mismo que evitó la amputación de la pierna derecha del joven de 38 años.
• Hace un año Oswaldo sufrió un accidente en moto, perdió diez centímetros de masa ósea y fue sometido a tres cirugías.
• Con esta intervención se reducen los tiempos de espera, los costos se reducen de manera significativa y permite la pronta integración del paciente a su vida laboral.
Con una técnica innovadora y pionera a nivel nacional, médicos traumatólogos de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital “Dr. Victorio de la Fuente Narváez” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), evitaron la amputación de la pierna derecha de Oswaldo, un joven de 38 años que sufrió un accidente en moto hace un año.
Esta práctica de elongación o alargamiento óseo, permitió que el hueso recortado se alargara al hacer girar 45 grados un tornillo que permaneció fijo a la extremidad cada seis horas, día y noche. Esto permitió que la masa ósea, músculo, piel y tejidos, se regeneraran hasta alcanzar diez centímetros de longitud en menos de un año, explicó la doctora Fryda Medina Rodríguez, directora médica de la UMAE.
Refirió que Oswaldo se sometió a tres cirugías para lograr esta hazaña médica, que desde un inicio presentaba signos de amputación y comprometía órganos vitales. La terapia inicial consistió en quitar el tejido muscular muerto, se colocó una barra y realizaron una incisión en la parte superior del hueso, de tal manera que la extremidad quedó reducida.
Medina Rodríguez explicó que posterior a este procedimiento, se coloca una esponja que ayuda a que granulen los tejidos, este aditamento va empujando la masa muscular sin obstruir ningún vaso sanguíneo, y finalmente se cubre el tejido expuesto con piel. Al final de la intervención, la pierna derecha quedó diez centímetros más chica que la otra.
Además de salvar la extremidad, Oswaldo evitó daño psicológico irreversible y se reincorporó en su totalidad a sus actividades cotidianas. También se redujo su tiempo de recuperación y los costos para el Instituto disminuyeron de manera significativa.
La especialista del IMSS dijo que la evolución del paciente fue favorable, después de un año de rehabilitación, Oswaldo trabaja como agente en un Call Center y disfruta de la vida, acompañado de su hija y su esposa.