Hipertensión arterial y diabetes, causan 85 por ciento de los casos de este padecimiento
• El IMSS realiza más del 50% de los trasplantes renales en el país; en lo que va del año ya se han llevado a cabo 263 de estos procedimientos
• En el Día Mundial del Riñón, el Instituto informa que más de 73 mil pacientes reciben terapia de diálisis o hemodiálisis para mantener la función de este órgano y la vida
La diabetes e hipertensión arterial son causa del 85 por ciento de todos los casos de enfermedad renal, por lo que al evitar estos padecimientos también es posible evitar la enfermedad renal, afirmó el doctor Ignacio Guerra Gallo, jefe del Área Innovación de la Coordinación de Donación y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En el marco del Día Mundial del Riñón, que se conmemora el segundo jueves de marzo, destacó que en las unidades médicas del Instituto se realizan más del 50 por ciento de los trasplantes renales del país. En 2018, dijo, en el IMSS se efectuaron 1,562 de los 3,048 procedimientos de este tipo hechos, lo que permite brindar una nueva oportunidad de vida a personas con insuficiencia renal.
Señaló que al 8 de marzo del presente año, ya se han efectuado 263 trasplantes de riñón y que no obstante el esfuerzo que realiza el Seguro Social y las instituciones de salud, la lista de espera para recibir este órgano supera las 15 mil personas.
De acuerdo con el Sistema Informático del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA), cinco hospitales del IMSS son los principales establecimientos donde se realizan los trasplantes de riñón, todos son Hospitales de Especialidad (HE): en el Centro Médico Nacional (CMN) de Occidente, en Jalisco; en CMN Siglo XXI y de La Raza, en la Ciudad de México; así como los HE de Coahuila y Puebla.
Indicó que una de las principales resistencias para incrementar el número de trasplantes de riñón con donante vivo, es debido a los altos niveles de obesidad que prevalecen en el país, condición que ante la falta de cuidados y un estilo de vida poco saludable en alimentación y actividad física, deriva en diabetes e
hipertensión arterial; una mala condición de salud se convierte en un impedimento en el momento de querer donar este órgano a un familiar.
Explicó que el último recurso para una persona que sufre de insuficiencia renal es la utilización de tratamientos de diálisis peritoneal, hemodiálisis, así como el trasplante de riñón; actualmente, más de 73 mil pacientes reciben terapia de diálisis o hemodiálisis para mantener la función de este órgano y la vida, mismos que conllevan dificultades para estos pacientes, particularmente por el tiempo que se debe emplear para dializarlos, la incapacidad laboral y un deterioro paulatino del estado de salud.
El doctor Guerra Gallo afirmó que la enfermedad renal sigue en aumento en forma importante y se estima que a nivel mundial hay 850 millones de personas que la padecen; en nuestro país, dijo, está identificado que por cada mil habitantes, hay 1.4 pacientes con insuficiencia renal, cifra que es mayor de lo reportado a nivel mundial, pues lo padecen una persona por cada mil habitantes, esto se relaciona al alto número de personas con obesidad, lo cual deriva en diabetes e hipertensión, en comparación con el resto de los países.
La importancia de los riñones son varias: filtrar la sangre del cuerpo para eliminar sustancias tóxicas, en especial urea y creatinina que en caso de acumularse causan falla en diversos órganos; la formación de hemoglobina, que transporta el oxígeno en el cuerpo, además de mantener el equilibrio de la acidez y las sales en el cuerpo, como sodio, calcio y potasio, esenciales para un adecuado funcionamiento del organismo.
Aconsejó a la población llevar una vida saludable, que influye en el cuidado y bienestar de los riñones a través de la alimentación adecuada; controlar el peso para prevenir diabetes, enfermedades cardíacas y otras condiciones asociadas con la enfermedad renal; revisar periódicamente presión arterial y niveles de azúcar en sangre; mantener una hidratación adecuada; evitar el tabaco y no automedicarse, a fin de no afectar este vital órgano.