En el Centro Médico Nacional La Raza, del Seguro Social, se cuenta con el primer complejo hospitalario en el país que realiza neurocirugías para corregir defectos de tubo neural en personas recién nacidas e in útero.
Los defectos del tubo neural pueden generar que los menores no puedan caminar, alteraciones neurológicas, complicaciones de control de esfínteres y en su desarrollo sexual.
Actualmente, especialistas del Centro de Cirugía Fetal y del Servicio de Neurocirugía Pediátrica laboran en conjunto en la corrección de defectos de tubo neural in útero a siete fetos con mielomeningocele y a uno con encefalocele.
El Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuenta con el primer complejo hospitalario en el país que realiza neurocirugías para corregir defectos de tubo neural en personas recién nacidas e in útero.
Especialistas del Centro de Cirugía Fetal y del Servicio de Neurocirugía Pediátrica de las Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Gineco-Obstetricia No. 3, “Dr. Victor Manuel Espinosa de los Reyes Sánchez”, Centro Médico Nacional “La Raza”, CDMX.y el Hospital General, “Dr. Gaudencio González Garza”, Centro Médico Nacional “La Raza”, CDMX., participan actualmente en la corrección de defectos de tubo neural in útero a siete fetos con mielomeningocele y a uno con encefalocele.
El doctor Antonio García Méndez, jefe de Servicio de Neurocirugía Pediátrica del Hospital General del CMN La Raza, señaló que los defectos de tubo neural son una falta de cierre a nivel de la parte dorsal del embrión; en la parte anterior se conocen como encefaloceles y en la parte media e inferior como mielomeningoceles.
“Lo que buscamos con este tipo de cirugías son dos objetivos principales: uno, disminuir la incidencia de hidrocefalia posterior al nacimiento y segundo, mejorar la movilidad del paciente para evitar que desarrollen un problema motor en extremidades”, afirmó.
Informó que cada año en el Servicio de Neurocirugía Pediátrica se realizan 550 cirugías de este tipo en bebés ya nacidos, “de esos, la mitad corresponden a defectos de tubo neural, 10 reparaciones al mes de mielomeningocele y cuatro de encefalocele. Y de casos in útero llevamos un registro de ocho procedimientos en total, siete de reparaciones de mielomeningocele y un caso de encefalocele, que fue todo un éxito”.
Entre los factores que pueden desencadenar estos padecimientos está la deficiencia de ácido fólico, y se calcula que 11 bebés por cada 100 mil nacidos vivos pueden presentar este defecto.
Por su parte, la doctora Zarela Lizbeth Chinolla Arellano, directora general del Hospital de Gineco Obstetricia No. 3, señaló que a este centro de referencia en este tipo de procedimientos llegan pacientes embarazadas de todo el país, que son evaluadas en el servicio de Cirugía Fetal.
“Reparar el problema de forma intrauterina es una excelente opción porque se hace antes de que presente algún daño. A la mitad del embarazo realizamos un procedimiento intrauterino para corregir el defecto dentro del vientre materno, se repara y el embarazo continúa. Después buscamos que el embarazo llegue a las 36, 38 o 39 semanas para que se desarrolle el feto y tengamos un recién nacido lo más sano posible, quien va a requerir vigilancia después del nacimiento”, dijo.
Señaló que una ventaja de esta cirugía es que los niños ya no desarrollan hidrocefalia en un 40 o 50 por ciento, por lo que se les beneficia desde el punto de vista intelectual.
“Es un equipo de trabajo muy grande, el equipo de Cirugía Fetal hace la primera parte que es abrir el útero, exponer al bebé a través de ciertos aparatos y tecnologías, colocan la espalda sobre la superficie del útero y es ahí cuando el neurocirujano comienza a actuar”, destacó.
En tanto, el doctor Antonio Helue Mena, especialista en cirugía fetal de la UMAE Hospital de Gineco Obstetricia No. 3, refirió que los defectos del tubo neural pueden generar que los menores no puedan caminar, tengan alteraciones neurológicas, complicaciones de control de esfínteres y en su desarrollo sexual, por lo que con estos procedimientos neuroquirúrgicos es posible mejorar su calidad de vida.
“Iniciamos con la primera cirugía de este tipo el 9 de diciembre de 2021 a un feto con mielomeningocele, defecto en el que el 90 por ciento de los niños desarrollan hidrocefalia y a veces trastorno y retraso en el sistema psicomotor, conocida como deficiencia mental”, destacó.
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