Se logró en el Hospital General “Doctor Gaudencio González Garza” del Servicio de Cirugía Reconstructiva Pediátrica del Centro Médico Nacional “La Raza”.
• Se le conoce como necrosis epidérmica tóxica y fue tratada exitosamente con injerto de piel cultivada en 80 por ciento de su cuerpo.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través del Hospital General “Doctor Gaudencio González Garza” del Servicio de Cirugía Reconstructiva Pediátrica, del Centro Médico Nacional “La Raza” realizó exitoso injerto a una niña de siete años de edad, quien desarrolló una reacción adversa a la ingesta de varios medicamentos (antibiótico y analgésicos).
Esta reacción conocida como necrosis epidérmica tóxica se desarrolla en 48 horas y ya había evolucionado drásticamente en el 80 por ciento del cuerpo de la menor, manifestándose desprendimiento de la piel con sangrado en forma de sudor que brotaba en espalda, pecho, brazos, manos, boca e incluso cuero cabelludo.
Al ser valorada por especialistas del Servicio de Cirugía Reconstructiva Pediátrica, se optó por tratarla como una paciente quemada aunque no lo estuviera, pues presentaba los mismos síntomas y la gravedad de su estado ameritaba actuar de inmediato.
El tratamiento brindado a la menor fue a base de piel cultivada a través de unas gasas de nombre epifast que le fueron colocadas en la piel y en diferentes partes del cuerpo, mucosas, párpados y boca.
Este producto permitió que dejara de sangrar y tuviera piel nueva. Con este método se logró estabilizar a la paciente y no dejara cicatriz. Ella duró casi dos meses internada en el hospital, hasta lograr desechar la toxina que le causó la reacción alérgica a los medicamentos.
Como también sangró de los ojos, la única secuela que presenta la menor es fotofobia, es decir, que la luz le molesta, lo que la tiene en lista de espera para trasplante de córnea.
El doctor Alfonso Massé Sánchez, cirujano plástico reconstructivo, del Servicio de Cirugía Plástica Pediátrica refiere que este caso está dentro del 20 por ciento que sobrevive con este grado de quemaduras.
Comenta que el epifast llevan utilizándolo en el hospital desde hace 10 años y el beneficio de usar estas gasas es que acorta el tratamiento, disminuye el dolor, el sangrado, la infección y no deja cicatrices; además de ser un insumo con el que cuenta el IMSS.
Agregó que este producto se está usando también en pacientes con úlceras crónicas, pie diabético, heridas difíciles de cicatrizar, pacientes que están radiados y tienen las defensas bajas.