La música es alimento para el alma, aseguró Ámbar, auxiliar de limpieza e higiene.
• He tenido una respuesta favorable de mis compañeros, algunos cantan conmigo y otros simplemente me escuchan, indicó.
Ámbar es trabajadora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZ/MF) No. 29 “Belisario Domínguez”, y canta para inyectar energía a sus compañeros antes de iniciar sus labores en área COVID-19.
Ella es auxiliar de limpieza e higiene, tiene cinco años de antigüedad en el IMSS y su pasión por cantar. Todos los días les interpreta melodías a sus colegas para darles ánimos, ya sea en área COVID-19 o de otros servicios.
“La música es un alimento para el alma y una forma de expresarte, el hecho de que un mensaje llegue a una o más personas es bueno. Una canción cambia el estado de ánimo de la gente porque tiene que ver con las emociones y puedes generar un impacto dependiendo lo que quieras decir con ella”, comentó Ámbar.
Aseguró que el canto es para ella una terapia, la música es universal y une a las personas. “Yo canto para que todos podamos hacer nuestras labores más tranquilos”.
Refirió que durante la pandemia por COVID-19 las canciones que más canta son de fortaleza, de empuje, aquellas que te dan un plus para el día laboral. “Hasta el momento he tenido una respuesta favorable de mis compañeros, algunos cantan conmigo y otros simplemente me escuchan”.
Ámbar señaló que se siente muy orgullosa de realizar su trabajo como auxiliar de limpieza e higiene, porque le ha dado muchas satisfacciones, el Instituto es un lugar muy noble, mi familia ha trabajado dentro del mismo, “soy dinastía IMSS”.
“Le debo toda mi vida al IMSS, entonces yo le estoy regresando de alguna manera todo lo que me ha dado y me sigue dando, gracias a él mi hija está creciendo sana y fuerte. Tengo la satisfacción de hacer mi trabajo lo mejor que pueda para que otra gente esté bien y se lleven una bonita imagen de esta institución”, subrayó.